martes, 10 de noviembre de 2009

La Noche de Walpurgis

 

untitledniñas Es la noche del 30 de abril cuando cuenta las leyendas que se celebra uno de los sabbat o reuniones de brujas más importantes. Es la espeluznante noche de Walpurgis que Goethe, el insigne escritor alemán, nos relata con todo lujo de detalle en su "Fausto", una de sus obras más destacadas.

Cuenta la tradición medieval europea, que el lugar de reunión más importante de toda la Europa antigua fue Brocken, el pico más alto de las montañas Harz, en Alemania, donde transcurre la escena del Sabbat tan impresionantemente descrita en el Fausto de Goethe.

De acuerdo con la mayoría de los expertos, los brujos europeos de la época medieval en adelante estaban organizados en grupos o aquelarres de doce miembros, la mayor parte de ellos, pero no exclusivamente, formados por mujeres, y por un líder, generalmente, masculino. Este líder estaba considerado como vicario del diablo y muchos de sus fieles más ingenuos le trataban como si fuera el mismo diablo.

Tradicionalmente se le representaba vestido de negro o con disfraz de macho cabrío, ciervo u otros animales con cuernos. El grupo se reunía una o dos veces por semana en lo que generalmente constituía una reunión local. En estas reuniones las brujas llevaban a cabo supuestamente ritos de culto al demonio, informaban de sus actividades y hacían planes para la próxima semana. Otras reuniones regionales, llamadas Sabbats -seguramente como un acto provocativo hacia el sabbat judío-cristiano-, se reunían probablemente a centenares, a veces miles de alegres asistentes, incluyendo los brujos y sus neófitos. Una de las celebraciones más importantes se llevaba a cabo llegada la noche del 30 de abril, la noche de Walpurgis.

Curiosamente esta fiesta se celebraba el día anterior a la fiesta de la santa que le da su nombre, Santa Walpurga, que se convirtió en abadesa de la orden benedictina de Heidenheim en el 754. Se trataba de la fiesta pagana del inicio del verano que mezclada con enigmáticas tradiciones, terminó convirtiéndose en la noche de brujas por excelencia.

Comúnmente se asocia a la noche de brujas con el Halloween de los Estados Unidos, pero su verdadero origen está en esta temporada europea. Desde la época de los romanos se asoció esta fecha a los muertos. Con distintas interpretaciones según cada cultura, los latinos se ocuparon de recordar a los que ya se habían ido, los antepasados. Pasar del frío al ambiente cálido primaveral significa de alguna morir para renacer. Una fecha, entonces, de cambio.

Estos puntos críticos de la vida o la naturaleza siempre han sido asociados por la mente humana con esos momentos en que todo es posible. Por lo tanto ¿por qué no sería posible una conexión con lo sobrenatural o ultratumba en esta fecha?

En los países nórdicos europeos, lugares donde se celebra con mayor entusiasmo la fiesta, se recuerda principalmente la mitología de las Eddas. En ellas se cuenta que en la fecha de Walpurgis muere Odín. Por consiguiente se desata el caos en el mundo y las barreras que separan las dimensiones de los vivos y los muertos son fáciles de eludir.

En consecuencia los antiguos europeos encendían grandes fogatas (la simbología de la luz) para enfrentar las tinieblas del mundo sobrenatural. Todo esto servía para prevenir la llegada de los fantasmas o muertos que se sentían especialmente animados en visitar el mundo de los vivos para esta fecha.

El ambiente tenso de la celebración servía para preparar la explosión de la alegría que venía con la llegada de la primavera. Con el cambio de estación se celebraba el triunfo de la luz. Una celebración que se complementaba con la otra. Algo similar a la celebración de la resurrección de Jesús para los católicos. Luego de guardar recogimiento por el recuerdo del calvario y muerte de Cristo se celebra su triunfo con la resurrección.

Esta fiesta, celebrada también por los vikingos siglos atrás, es todavía un espectáculo que perdura en los tiempos modernos. Puede pasear por Helsinki en Finlandia y visitar los bares para festejar bailando y tomando bebidas espirituosas toda la noche.

También puede pasear por Alemania y visitar los bosques donde encontrará muchos jóvenes que salen a hacer fogatas para esperar la llegada de la primavera. Un tiempo de alegría que destaca por su acercamiento a la naturaleza.

Igualmente en Alemania, durante la noche de Walpurgis, puede toparse con muchas flores puestas en las casas de los vecinos. Esto se debe a una antigua tradición que lleva a los jóvenes enamorados a dejar flores en las moradas de sus amadas. Imagine una ciudad llena de flores. Sería una ciudad de enamorados y con suerte la puede ver en la noche de Walpurgis.

Pero ese es el lado amable de la festividad que también se asocia con una santa benefactora de las cosechas. En esta fecha empieza la primavera y se ha superado la crítica etapa del invierno que tantos problemas les causa a los campesinos.

También tenemos como alternativa para disfrutar de un viaje la vieja costumbre del árbol de mayo. Algunos pueblos buscan un árbol que lo preparan para esta noche especial. Al final de la noche, el fuego que sale del árbol nos recordará la furia y la belleza de la naturaleza, así como lo venerado que siempre ha sido el calor para la historia de la humanidad.

Desde tiempos remotos se ha asociado a esta festividad con las apariciones de muertos y una vieja creencia asegura que en esta fecha muchos desafortunados se han enamorado de mujeres de ultratumba. Mujeres desconocidas, de extraordinaria belleza, enamoran hombres para vivir la grandeza del amor y luego abandonarlos con la desazón del descubrimiento de su verdadera naturaleza: Las mujeres eran realmente fantasmas.

Visite algún monte desolado

Esto es lo mejor. Recuerde la clásica “Una noche en el monte pelado” de Mussorgsky. La genial composición está inspirada en la noche de Walpurgis. Al respecto, la pieza está inspirada en un viejo cuento de Gogol que relata como un campesino presenció un aquelarre.

Visitar un monte desolado del norte de Europa con la sobrecogedora presencia de los ruidos de la naturaleza, como son los aullidos de lobos y el silbido del viento, lo transportará literalmente a una novela de terror gótica.

Lea “Fausto” de Goethe

En la novela encontrará una descripción magnífica de la noche mágica de los brujos. Luego viaje a Wernigerode y busque a las bellísimas brujas que llegan de toda Alemania para emprender viaje al monte Blocksberg. En ese lugar se desposarán con el diablo. Usted puede presenciar tan asombroso espectáculo y disfrutarlo más si se disfraza de diablo. Los alemanes disfrutan tanto esta celebración que hasta sus muchachas más bellas se disfrazan de brujas para ir al encuentro de sus enamorados vestidos de diablos Pero lo más agradable de pasar una noche de Walpurgis es la certeza de la llegada del sol y la primavera. Uno sabe que todo es un preparativo jubiloso para volver a celebrar el sol. Y eso es magnífico.

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