martes, 17 de febrero de 2009

La Cruz Gamada o Swastika, antiguo símbolo del bien

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Considerando, en primer lugar, el significado etimológico de la Esvástica, vemos que es una palabra derivada y perteneciente al idioma Sánscrito Hindú. Procede del término Swasti (o Su Asti), formado por la reunión del adverbio Su (“Bien” o “Bueno”) y del verbo As como tercera persona del singular del presente indicativo: Asti (”Ello es”)

Es una antiquísima fórmula de saludo, buen augurio y deseos de felicidad que podría traducirse como “Ello es Bueno”. Era tradicional entre los primitivos hindúes al ingresar a un templo, a una vivienda o al cruzarse en su actividad cotidiana, el saludarse con la exhortación “¡Swasti!”, lo que en nuestro lenguaje actual podría interpretarse como: “¡Que tengáis el Bien y la Salud!”.

El Dr. Thomas Wilson, conservador del Departamento de Antropología Prehistórica del Museo Nacional de Estados Unidos escribió ya en el año 1896:

La raíz Swasti significa literalmente Bienestar. El signo de la Esvástica debió existir mucho antes de la religión budista o del idioma sánscrito.

También a la Esvástica se la conoce bajo la denominación de Cruz Gamada pues su representación gráfica “tiene cuatro brazos acodados como la letra gamma del alfabeto griego”. (Diccionario de la Real Academia Española, 19nva. edición)

Estos conocimientos elementales, parecen ser ignorados en la actualidad cuando se asigna a la palabra Esvástica y a su símbolo los más terroríficos calificativos.

La Esvástica NO es sinónimo de “genocidio”, “muerte” o “destrucción”; muy por el contrario, es una de las fórmulas verbales y de los signos para desear y representar el Bien hacia aquellos con los que compartimos nuestro trabajo y nuestra existencia. Así leemos en la Enciclopedia de la Lengua Castellana (Ed. Sopena):

Esvástica: diagrama místico de buen augurio, que en la antigüedad representaba el Sol en movimiento.

SÍMBOLO DEL SOL Y DE LA FUERZA VITAL

Si bien la Esvástica es un símbolo No Icónico (o sea, su dibujo no representa una imagen concreta y específica que pueda verse en la realidad), la opinión extendida entre los investigadores y estudiosos del tema ha sido siempre la que lo asocia - como en la definición antes citada -, con la del Sol en movimiento.

Otros, como el ya fallecido científico Carl Sagan (libro El Cometa, Ed. Planeta, mayo 1986, págs. 181 a 187), le asignan su origen en un fenómeno cometario con forma de Esvástica acontecido hace miles de años y que fuera grabado por los hombres de distintas culturas y latitudes. Hasta nos encontramos con trabajos como el realizado por el español Carlos Raigada (La Mística de las Runas), que remontándose a la era neolítica sostiene:

La cruz gammada representa el giro del torno del alfarero

Pero lo cierto es que todos coinciden en su casi insondable antigüedad, en su difusión universal, en su carácter benéfico, y la enorme mayoría la identifican con el giro del disco solar.

Según el pensador francés Jean Michel Angebert:

El origen de la Esvástica se pierde en la noche de los tiempos, tanto que cabe considerarla como el más viejo símbolo utilizado por la Humanidad. La más antigua significación que se da de ella es la del Simbolismo Solar. Su tradición se remonta a la India Védica, pero las enseñanzas brahmánicas nos dicen que su origen es mucho más arcaico (Les Mystiques du Soleil, Ed. Plaza & Jones, 1971)

En este mismo sentido, Jean Chevalier y Alain Gheerbrant nos señalan que más allá de las variadas interpretaciones que pueda dársele:

La Svástica indica manifiestamente un movimiento de rotación alrededor del centro, alrededor del cubo inmóvil de la rueda, que es el polo del mundo manifestado. Es el símbolo de la generación de los ciclos universales, de las corrientes de energía: no del mundo, sino de la acción del principio con respecto a la manifestación (Diccionario de los Símbolos, págs. 967 a 968)

En otras palabras, que no dudan en definir la Esvástica como la síntesis gráfica de la Fuerza Vital y primigenia del Universo. El símbolo del origen y la evolución cíclica de la Vida.

En ese mismo sentido se expresa el autor anglosajón John Cooper en su libro Symbolism, The Universal Language (Ed. El Ateneo), al decir que:

En el nivel metafísico, la swástica se relaciona con el círculo y el cuadrado, y se convierte en símbolo del movimiento en un sentido especial: el movimiento de la vida, es decir, de la acción del Principio del mundo, que representa nuevamente las fuerzas complementarias y las fases del movimiento, centrífugo y centrípeto, aspirante y repelente, un movimiento que va del centro a la periferia y retorna al centro: Alfa y Omega o el principio y el fin y, nuevamente, la cuadratura del círculo (pág. 28)

SIMBOLO MILENARIO Y UNIVERSAL

Para darnos una idea documentada y científica del carácter ancestral del símbolo que nos ocupa, recordemos que las primeras y más primitivas Esvásticas que se han encontrado hasta el presente son las de Glozel, cuyas piezas datan del período Paleolítico, es decir, de edad de la Piedra tallada (época más lejana en que comienza la llamada Prehistoria). Luego de una discusión en el mundo arqueológico que duró casi 50 años, se estableció definitivamente la autenticidad del hallazgo mencionado.

Asimismo, está el testimonio irrefutable de las Esvásticas clasificadas como Neolíticas Danubianas de la denominada Cerámica en bandas que fueron descubiertas en Transilvania. Los abundantes hallazgos arqueológicos, a partir de esos períodos finales de la Edad de Piedra pulimentada, persisten y aumentan en la Edad de los Metales. La utilización de la Esvástica es frecuente en la Edad de Hierro (Período de la Téne).

Se contabilizan Esvásticas en husos del Siglo XIV A.C. en idolillos troyanos y cretenses. Abundan en la Cerámica Pintada de Beocia, desde el Siglo IX A.C. También las Esvásticas resultan frecuentísimas en las Cerámicas de la Cultura Villanoviana (Italia). Según el Dr. Thomas Wilson, en esa misma región las Esvásticas aparecen grabadas:

En las urnas donde se enterraban las cenizas de los difuntos; se estampaban sobre la cerámica de los lagos suizos; aparecen en armas y espadas de Escandinavia y en Escocia e Irlanda, en broches y agujas. (La Svástica: el símbolo conocido más antiguo, Ed. Smithsonian Institution, Washington, 1896)

Lo cierto es que cuando hace 10 o 12 mil años comienza el descenso y dispersión de las columnas poblacionales nórdicas desde la Meseta de Pamir y el Río Indo, la Esvástica se difunde universalmente tanto en Oriente como en Occidente. En los países europeos está presente en todas las tradiciones del Norte, Centro y Sur, destacándose Escandinavia, Islandia, Irlanda, Gran Bretaña, Finlandia, Alemania, Italia y Grecia, así como en el Oriente Medio (Palestina y Galilea) y el Extremo Oriente (Asia Central, Tibet, Corea, China y Japón).

Para los Vascos, la Esvástica denominada Láburu o Cruz de las Vírgulas es el signo que los identifica desde tiempos inmemoriales y siempre es pintada o dibujada en color blanco.

En nuestra América precolombina, la Esvástica fue introducida por las sucesivas oleadas inmigratorias que cruzaron el Estrecho de Bering y posteriormente también la trajeron los Vikingos. El Dr. Thomas Wilson nos dice que la Esvástica:

Era utilizada en las ceremonias místicas de los aborígenes del gran desierto americano, en el interior del continente norteamericano.

Y que además:

En América se dibujaba en los metales de moler maíz; las mujeres brasileñas las llevaban en sus hojas de parra de cerámica; los indios pueblo la pintaban en sus sonajeros de danza, mientras que los indios norteamericanos de la época de la construcción de los túmulos en Arkansas y Missouri la pintaban en forma de espiral en su cerámica.

Debido a su Culto Solar han quedado grabadas las Esvásticas con que tanto aztecas como Incas coronaban sus Templos de Piedra, muchos de cuyos restos sobrevivieron a la planificada destrucción posterior.

Como ejemplo de la presencia de la Esvástica en los tiempos anteriores a la Conquista en lo que hoy es Argentina, podemos mencionar la nota del investigador Ramón Tissera aparecida en abril de 1972 en el número 60 de la revista Todo es Historia bajo el título: “Chaco Gualamba. Historia de un Nombre y un Enigma”, que aparece ilustrada por una gran fotografía de una artesanía de indios Toba de la época precolombina representando la Esvástica. Dice textualmente al pie del gráfico la publicación de Félix Luna en su página 52:

Una faja de hilos caraguará, artesanía toba, muestra el más curioso detalle decorativo: UNA CRUZ GAMADA, símbolo de antiquísima procedencia (Colección privada de Carlos López Piacentini).

En los yacimientos excavados en Santiago del Estero a lo largo de cincuenta años por el arqueólogo franco-argentino Emilio Wagner, se encontraron numerosos elementos grabados con cruces gamadas y también estatuillas pertenecientes al antiguo culto de la Tierra Madre con “cabeza de lechuza”. Esta última forma religiosa convivía aparentemente en esta región con la adoración del Padre Cielo, cuya manifestación visible era la Esvástica. La cerámica encontrada en Santiago del Estero fue fechada por radiotermoluminiscencia en el Centre de Recherches Nucléaires y se determinó una antigüedad de 1.200 años A.C.

Digamos también que, durante nuestro Siglo XX, la Cruz Esvástica tampoco fue ningún “invento nazi”. Hasta la llegada del comunismo, la Institución China equivalente a la Cruz Roja de los países cristianos adoptó como distintivo y como nombre el de Swástica Roja, y este símbolo aparecía en los brazaletes de los camilleros, en los automóviles y aviones afectados al servicio sanitario. Esta información puede ser verificada en la Enciclopedia Universal Espasa-Calpe, tomo IX, pág. 1579 en su edición del año 1933, que además la ilustra con una importante fotografía.

Durante la Primera Guerra Mundial, la 45º División del Ejército Norteamericano usaba como símbolo la Cruz Esvástica y tal como lo señala el Dr. Guillermo Alfredo Terrera:

En 1933 faltando sólo seis años para la iniciación del conflicto bélico 1939-1945, los carros blindados de la Guarnición Militar de Aldershot, en Inglaterra, llevaban pintadas en lugares visibles, las cruces svástikas del giro perpetuo. (La Svástika: Historia y Metafísica, pág. 81)

También utilizaban la Esvástica los oficiales del Ejército Inglés entre los años 1910 y 1911, e incluso las aeronaves francesas comandadas por Lafayette llevaban pintado en sus costados el emblema de la Cruz Gamada. De igual manera, durante el gobierno socialdemócrata de Kerenski en Rusia, el billete de 250 rublos llevaba grabado la Esvástica que era sostenida por el águila bicéfala. Para más detalles recomendamos la lectura de la magnífica obra anteriormente citada.

En la misma Alemania, su difusión pública contemporánea no empieza con el Nacionalsocialismo sino con el Movimiento Gimnástico del llamado “padre de la gimnasia”, Friedrich Ludwig Jahn. Buscando un símbolo para las cuatro efes de su programa: Frisch (vital), Fromm (correcto), Froh (alegre), Frei (libre), entrecruzó las efes formando la Cruz Gamada, que luego pasó a ser el símbolo de la Federación Alemana de Gimnasia. Por otra parte, es bien sabido que el propio Hitler tomó la Cruz Esvástica del grupo esotérico y orientalista denominado Sociedad del Vril que integraba el General Haushofer, aunque para otros lo hizo de la mítica Sociedad de Thule, que había fundado el Barón Von Sebbotendorff.

La pregunta que se nos ocurre a esta altura es la siguiente: ¿no es realmente absurdo, ridículo y un manifiesto acto de torpeza moral y cultural, intentar “prohibir” un Símbolo que ya se grababa en la Edad de Piedra, que desde hace miles de años han utilizado las más diversas comunidades de todas las latitudes, y que nos guste o no, nos sobrevivirá en los próximos milenios ?…

SÍMBOLO MÍSTICO

Es particularmente en Oriente donde el signo, en virtud de un profundo saber iniciático, asume una condición religiosa casi mágica. En la India, la Esvástica era el instrumento original que utilizaban los brahmanes para la ceremonia del Fuego Sagrado. Burnouf, el sabio indianista, sostiene que la Cruz Gamada representa los fenómenos del Fuego Celeste, el Relámpago y el Rayo.

En el Tíbet, aún hoy el pueblo sigue viendo en la Esvástica un amuleto mágico, y su representación se halla en todas las puertas de entrada. En tibetano la Cruz Gamada se denomina gyun-drung y los Lamas la consideran como el

Signo Místico por excelencia.

El gran conquistador Gengis Khan llevaba como talismán un anillo con la Esvástica, que se conserva en el museo de Ulan-Bator (Mongolia Exterior).

Para el Budismo la Esvástica simboliza la “rueda de la Ley” (Dharmacharka). En la China es tomada como el signo del número diez mil, que es la totalidad de los seres y de la manifestación.

Pero es también en el Cristianismo de los primeros tiempos, donde la Cruz Esvástica tiene un carácter Sagrado. Así nos dice el investigador John Cooper en su libro Simbolismo. El lenguaje universal que:

En el cristianismo primitivo, la swástica aparecía frecuentemente en las catacumbas y simbolizaba el Poder de Cristo, mientras que en los tiempos medievales tenía la figura de gammadión, así llamado porque estaba formado por las cuatro letras griegas G o gamma, y no sólo representaba a Cristo como piedra angular del Cristianismo, sino también a los cuatro evangelistas, con Jesucristo en el centro. (Pág. 28)

El Dr. Guillermo Alfredo Terrera, en su obra ya citada, dedica un capítulo a lo que él denomina los primitivos Cristianos Solares que:

Adoptan las swástikas dextrógiras para colocar en sus monumentos y catacumbas, tal como se pueden encontrar en Priscilla y en Generosa, en la Basílica de Mérida, en las Catedrales de Ruan y de San Martín y en Nuestra Señora de París. Tales cruces swásticas se pueden observar asimismo en monumentos cristianos de Siria, en Cercano Oriente y en San Pablo de Jouarre que data de unos 1.300 años antes de nuestro tiempo. (óp. cit, pág. 71)

En el Monasterio de Loudun puede contemplarse una inscripción muy grande con la Cruz Gamada, y es un dibujo de contenido religioso y místico realizado por un monje del siglo XIV, llamado Guyot. En el Litoral Argentino nos encontramos con las ruinas de la Iglesia de San Ignacio, cuyas columnas conservan aún grabadas el símbolo de la Cruz Esvástica (ver nota del R.P. Guillermo Furlong S.I.: “Las Misiones y sus Pueblos”; revista Todo es Historia, número 49, mayo 1971, pág. 83).

Tampoco deben sorprenderse los visitantes del Museo del Vaticano, al encontrarse con múltiples elementos del antiguo culto religioso que son exhibidos - un poco más discretamente que el resto, claro está - y que llevan grabado el signo de la Esvástica.

Según narra la tradición pagana, fue el propio Odín el que luego de su prueba en el árbol del sacrificio descubrió el poder mágico de las runas y bajo el símbolo de la Cruz Esvástica guió el retorno de los Ases desde el Cáucaso hasta el Mar del Norte, fundando en su trayecto la legendaria ciudad de Asgard.

No debemos olvidar que en la Cruz Gamada están contenidas, por lo menos, dos runas, y el término runa proviene de la expresión nórdica runar que quiere decir: Señal Mágica.

¿DEXTRÓGIRA O LEVÓGIRA?

Sólo la ignorancia y quien desconozca la interacción armónica de las fuerzas que los chinos denominan Yin y Yang puede asignar un carácter “benigno” o “maligno” a su giro dextrógiro o levógiro. En este aspecto es bien claro, por ejemplo, el pensador francés Jean Miche Angebert, quien afirma:

La cruz gamada suele presentarse indiferentemente dextrógira o levógira, en la India o en el Tíbet, sin que los ocultistas vean en ello un símbolo “negro” o “blanco”. Lo que puede hacerse observar es que la Sauvástika (levógira) simboliza la “marcha del tiempo”. Quien invierte el signo pretende pues “parar el tiempo”. Lo que se corresponde perfectamente con la ética y el pensamiento místico de aquellos que intentan trabar durante un milenio la degeneración anunciada para la última edad de nuestro ciclo, apodado por los hindúes Kali-Yuga o Edad de Hierro (Oscura). (Les Mystiques du Soleil, pág. 257)

Así también, René Guenón nos dice que:

Los dos sentidos de rotación de la svástica parecen no tener la importancia que a menudo se ha querido darles. Evocan las dos enroscaduras de la doble espiral, la doble corriente, Yin y Yan, de la energía cósmica. (Diccionario de los Símbolos, pág. 968)

Lo cierto, es que en todos los tiempos y bajo distintas expresiones místicas, la Esvástica se tomó siempre como signo o emblema de lo Superior y Divino.

1 comentario:

  1. Me gusto tu publicacion. Me deja varias dudas bien puntuales respecto a tus postulados, como por ejemplo la fuente de algunos topicos (no dejo de polarizar mis ideas, ya que es dificil siendo la representacion del simbolo mas alla de lo mistico, como abordaste respecto al genocidio en nombre del levogiro...) Pero es lo de menos, me agrego varias cuñitas que no sabia.

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